martes, 13 de marzo de 2012

Normas de Salud Sexual y Reproductiva


Salud Sexual y Reproductiva

La salud sexual y reproductiva es compleja y fundamental en la vida del ser humano, pues la reproducción humana es sexual y, por tanto, el origen de nuestra vida se encuentra en el ejercicio de la función sexual. La sexualidad humana no se reduce a la genitalidad y a lo reproductivo, como han insistido ciertos sectores de la sociedad. La sexualidad es un lenguaje de profundo sentido humano, con sus códigos y signos propios; se trata de comunicación y de formas supremas de expresión del amor y de la atracción a través de nuestros cuerpos.
El Fondo de Población de Naciones Unidas define el concepto de “salud sexual y reproductiva” como un “enfoque integral para analizar y responder a las necesidades de hombres y mujeres respecto a la sexualidad y la reproducción”. La salud sexual y reproductiva así definida tiene su origen en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de Naciones Unidas (CIPD) que tuvo lugar en El Cairo, en 1994. Fue en esta conferencia donde se acuñó por primera vez este término.
En las últimas décadas del siglo XX, se reconocen los derechos sexuales y los derechos reproductivos como Derechos Humanos, dadas las múltiples problemáticas derivadas de las prácticas sexuales discriminatorias, excluyentes y violentas en las distintas sociedades del mundo, cuya naturalización y legitimación las hacía invisibles. Tales prácticas van desde la ablación hasta la violencia obstétrica. En este sentido, cabe recordar que el desconocimiento de nuestros derechos juega un papel esencial en la aceptación silente del maltrato y la injusticia.
JUSTIFICACIÓN.
Somos el país de América Latina con mayor tasa de embarazo adolescente y el tercero de todo el continente, después de Nicaragua y Guatemala. Según datos de la Organización de Naciones Unidas, 91 de cada 1.000 gestantes tiene menos de 18 años. Un problema que el gobierno venezolano asume como el segundo gran problema de salud sexual, y que además se convierte en un problema de seguridad ciudadana, pues las adolescentes son víctimas de violencia en diferentes órdenes. Sobre este particular, la policía tiene campo de acción, ya que constituye el órgano receptor de denuncias; además, las funcionarias y los funcionarios policiales pueden intervenir directamente en situaciones de violencia basadas en el género, el seno intrafamiliar o la violencia obstétrica, entre otros escenarios que exigen que las funcionarias y los funcionarios policiales se preparen a propósito de la salud sexual y reproductiva.
Además, la práctica del aborto no está regularizada en Venezuela, por lo que muchas adolescentes y mujeres adultas lo practican en condiciones inseguras, como en lugares ilegales, o introduciéndose ellas mismas objetos por la vía vaginal. De hecho, el 6,4% de las adolescentes han tenido un aborto y se producen dos muertes semanales por su mala práctica.
Por esta razón, el aborto constituye la segunda causa de muerte materna en el país. Las complicaciones obstetricias son la tercera causa de muerte de las mujeres de 15 a 19 años, quienes tienen cinco veces más probabilidades, si el rango de edad desciende; a diferencia de las que se encuentran entre los 10 y los 14 años.
Por otra parte, un amplio porcentaje  56%  del personal que labora en cuerpos uniformados ha sufrido al menos una vez en su vida una enfermedad de transmisión sexual, lo que hace que entren en el grueso poblacional venezolano, que actualmente padece, en más de un 70%, de Virus Papiloma Humano (VPH) en alguna de sus manifestaciones. Se trata de algo tan común que se ha naturalizado y, de esta forma, se han desestimado los cadillos o la expresión viral común en la infancia, las verrugas plantares (que se consideran popularmente como callos), las verrugas faciales que se ven como simples lunares, entre otras muchas manifestaciones que han incrementado el padecimiento de enfermedades conexas, como el cáncer, a edades cada vez más tempranas.
Otro elemento que hace fundamental la formación de las funcionarias y los funcionarios policiales en salud sexual y reproductiva se encuentra en el incremento de la población sexo diversa, o LGBT, que, aparte de presentar una alta morbilidad, representa un problema de seguridad ciudadana por la discriminación de la que es objeto y algunas prácticas particulares que promueve y realiza.


Programa de Salud Sexual y Reproductiva